
Como una forma de recabar más fondos para su campaña, el parlamentario punga le manifestó a la ministra de Medio Ambiente que él también era víctima de la contaminación, por lo que le tenían que pasar unas “lukitas y un chalecito”.
“Ministra, la mierda me sale por todos lados, ya no aguanto más”, dijo entre lágrimas el diputado.
“Ministra, la mierda me sale por todos lados, ya no aguanto más”, dijo entre lágrimas el diputado.
La secretaria de Estado, luego de sobreponerse a las arcadas, lo mandó a lavarse con lindano y lo colocó en un listado, pero no de contaminados sino de contaminantes.